Reseña por Estela Jiménez Durán (periodista UAM-A)
En un intento de conocer el rumbo de la identidad en un contexto de predominio global, y de hacer un aporte al debate que sobre el tema se sostiene en distintos foros, el profesor Eduardo Langagne, del Depto. de Investigación y Conocimiento, reunió en un ciclo de conferencias titulado Identidad en la Diversidad, a 5 expositores con distintas trayectorias profesionales en el ámbito de la arquitectura.
Identidad en la diversidad, el espacio y su síntesis
El arquitecto Héctor Uribe con amplia experiencia en diseño y construcción a través de empresas como Urquin, define desde el punto de vista arquitectónico dos tipos de identidad: la geográfica “en donde incide lo que proyectamos, diseñamos y construimos, acorde con el clima y con los materiales que la región nos brinda”, y la histórica.
En este último rubro reconoce 6 tipos de identidades. La mesoamericana, periodo en el que se aprecia arquitectura de formas exquisitas, en donde grandes arquitectos de la época conjugaron los volúmenes, los materiales, la religión y la ciencia, a decir del expositor, obra magnífica que fue abruptamente destruida. La colonial, que surge a partir del año 1500, importada de España y realizada por artesanos mexicanos asignándole un gran aporte a la arquitectura traída por los europeos: “Se crean edificios tan bellos que la ciudad de México es denominada La ciudad de los palacios. Se fundan ciudades mineras como Guanajuato y Zacatecas de corte colonial”, `perfil que persiste hasta el periodo de Maximiliano de Habsburgo, por la vorágine vívida en la guerra de independencia en la que no se produce nada.
La tercera identidad es producto del constructor del México moderno, Porfirio Díaz, quien atrajo capitales europeos y por ende estilos de Italia, Francia e Inglaterra. Ejemplos de ellos el Palacio de Bellas Artes, el interior del edificio de correos, el Monumento a la Independencia del arquitecto Rivas Mercado. Aparecen las primeras colonias, la Guerrero, la Juárez, hoy Zona Rosa, la Roma en su parte Norte, la Condesa en sus inicios. Entre otros ejemplos, el condominio Condesa en donde Díaz alojaba a sus visitantes extranjeros; Lecumberri, La Castañeda, teatros, hospitales, mercados como el de Guanajuato, el Puerto de Veracruz que se componía por el faro, la aduana, la estación del ferrocarril y el correo, época de bonanza y de proyección arquitectónica, aseguró.
Después de la revolución civil, México comienza a reconstruirse, llegan al país las corrientes estilísticas: el funcionalismo y el art decó. De éste encontramos la obra del arquitecto Juan Segura que puede apreciarse en distintos sitios de la Condesa, como el cine Hipódromo, el primer mall de México, con oficinas, restaurantes, departamentos y cine. Del funcionalismo Juan O’Gorman es uno de los principales exponentes, la casa de Diego Rivera y Frida Kalho y la vocacional 2 son algunas de sus obras.
La quinta identidad arquitectónica en la clasificación histórica que Uribe hace, se da después de la segunda guerra mundial. La Ciudad Universitaria es el ejemplo representativo de esa época en la que además aparecen nuevos estilos pero sin rumbo estético y se llevan a cabo, señaló, demoliciones “criminales” en las colonias Juárez, Condesa y Roma, para albergar edificios aberrantes.
La aviación y la televisión, a juicio del ponente, marcan la sexta identidad con el trabajo de los arquitectos Barragán, Teodoro Rosales de León, Enrique Norten, Sordo Madaleno entre otros. La Globalización, aseguró, dará una identidad mundial. La tecnología, los materiales, la electrónica, han hecho tal aportación que globaliza prácticamente la arquitectura de nuestros días.
El hombre es para quien debemos proyectar
En su intervención el Arq. Fernando Giovanini, quien es egresado de la UNAM y diseñó los interiores de la Rectoría de la UAM, aborda el tema de la identidad a partir de la valoración del ser humano.
Dijo, desde que nos levantamos empezamos a ponernos máscaras para trabajar, para tomar clases. Estamos acostumbrados a hablar de los demás no de uno mismo. Nos da miedo llegar y abrazar a alguien. Tenemos entumecidos los sentimientos. La identidad tiene que ver con las emociones, con los sentimientos. Se nos olvida el hombre que es para quien proyectamos y se otorgan premios de arquitectura a viviendas de interés social de
La identidad entonces, abundó, es el conjunto de rasgos propios de un individuo, de una colectividad, y a México lo que lo identifica son sus colonias, los materiales, las texturas, los colores, aunque desde el punto de vista arquitectónico va cambiando según el momento histórico. Existe además ese sello identitario en la diversidad, utilizando factores y elementos proposititos como el color, la textura, la dimensión, la escala, la proporción. Debe así mismo, reconocerse los rasgos propios del hombre y de la naturaleza.
Giovanini, vicepresidente de Asinea (1990), quien tiene a su cargo un proyecto titánico para la PGR relativo a los laboratorios para pruebas de balística y otras, incluso el semefo federal, finalizó su exposición señalando que el concepto de arte basado en el surrealismo cuyo trasfondo fue provocar emociones, es lo que viene en arquitectura como un valor agregado.
Retorno hacia lo natural y hacia lo humano: la bioarquitectura de Senosiain
En su turno, el arquitecto Javier Senosiain expresó su convencimiento de que la tendencia en esta disciplina es el retorno hacia lo natural y hacia lo humano.
Bajo estos principios ha desarrollado proyectos arquitectónicos que emulan animales, flores, cuevas, esta última como un espacio de identidad natural del hombre. Casas habitación en cuyos interiores se reconocen túneles, uno de ellos de
En la naturaleza no existen líneas rectas, señaló, al menos no en el mundo animal ni en el vegetal. Los animales adaptan las formas de su vivienda a su cuerpo, quizá el único animal que no adopta las formas envolventes es el hombre. “Vivimos dentro de un prisma rectangular, volteamos hacia arriba y vemos cuadros, miramos hacia enfrente y vemos cuadros…la antítesis de estas casas es que el hombre desde que nace va pasando de caja en caja durante toda su vida hasta que muere y se le coloca en otra caja”.
Tras decir esto agregó el profesor de la UNAM y secretario académico de la Facultad de Arquitectura: “nosotros como profesores contribuimos a que el alumno pierda paulatinamente su libertad, su creatividad y espontaneidad, el niño entonces termina pareciéndose a sus casas, a sus propias cajas, haciéndose la vida de cuadritos”.
El concepto que prevalece en sus obras surge de la interpretación que hace de la naturaleza, ejemplo de ello es la serpiente que en su estructura, de manera virtual, entra en el terreno, después sale y se vuelve a meter. En la cueva que quedó del terreno se instaló la cabeza y en el cascabel se colocó el depósito de agua, en el interior del reptil se construyeron 10 casas.
Para Senosiain, quien reconoce influencia de Barragán, de Gaudí, de Henri Moore, de Frank Lloyd Wright, entre otros, la naturaleza es la que guía y da forma a su estilo, lo identifica a sí mismo y plantea de manera implícita la simbiosis prístina entre el hombre y el paisaje.
Me ganó la prisa por conservar lo que otros habían hecho
El arquitecto Javier Villalobos quien fue docente por 8 años en la UAM y se considera fundador de la institución, estudió restauración de documentos y conjuntos monumentales en España.
En su intervención abordó el tema en debate desde el patrimonio cultural, constituido por centros, conjuntos históricos, zonas arqueológicas, monumentos, de todos los tiempos, y lo intangible: la música, las fiestas, la comida, que conforman eso que da identidad a un grupo, comunidad, pueblo, región, estado o país.
El también presidente de ICOMOS en México y miembro de ICOMOS internacional, organismo que dictamina después de un riguroso análisis los sitios que serán inscritos en la lista de patrimonio mundial en la UNESCO, informó: México tiene un merecido sexto lugar y es uno de los países más ricos en el continente americano en ese rubro. Ha logrado el registro de 30 lugares entre sitios arqueológicos, algunos de corte contemporáneo, por contraste entre sitios mixtos, y obviamente ciudades virreinales o coloniales.
El centro histórico de la ciudad de México es el más importante del ámbito americano y cuenta con 1500 monumentos de los siglos del XVI al XIX, de arquitectura civil, religiosa y para la administración pública, además de plazas.
La UNESCO declaró como patrimonio cultural de la humanidad la ciudad de San Miguel de Allende, Ciudad Universitaria, esta última en el año 2007, el día de los muertos (como patrimonio intangible), la zona de la Mariposa Monarca en Michoacán, algunos sitios de Xochimilco por su naturaleza, entre otros.
Luego describió ciudades como Oaxaca cuyo centro histórico es uno de los más importantes del país. Morelia con su acueducto; la bellísima ciudad de Guanajuato, nos dice, con sus calles quebradas, a veces convertidas en escaleras por la pendiente y la calle ancha que se transforma en callejón angosto. Mucha de la arquitectura de estas ciudades es del siglo pasado, se hizo con el espíritu de hacer un recuerdo del barroco, del gótico o del neoclásico, y con el paso del tiempo les ha dado identidad. Campeche, una ciudad poco conocida que conservó casi completa su muralla y finalmente Zacatecas, ciudad colonial de traza irregular, como muchas otras fundadas en el siglo XVI o XVII, algunas de sus calles, construcciones o edificios no son precisamente virreinales, son del siglo XIX o de la etapa porfirista, señaló esto como espectacular, en cuya arquitectura el elemento que le da unidad es la tradicional cantera zacatecana. La catedral es el edificio religioso más importante del norte de México cuya fachada es de una belleza extraordinaria.
Para el restaurador Javier Villalobos el patrimonio es motivo de orgullo y de identidad: “una ciudad es producto de la obra de muchas generaciones, ideas, economías, conceptos, aspectos”. La sociedad mexicana es, en síntesis, la suma de sus identidades.
El arquitecto Guillermo Almazán, quien también formó parte de los expositores, hizo una descripción detallada de su obra, él es autor de proyectos de vivienda residencial, de edificios de oficinas industriales, comerciales, plantas y laboratorios farmacéuticos como el Boehringer Ingelheim Promeco.
El evento consistió en una exposición gráfica, un ciclo de conferencias y la visita a las obras de los ponentes, en su clausura el arquitecto Langange presentó la ponencia 17 maneras de interpretar la mexicanidad a través de la arquitectura.
Conferencia Arq. Javier Villalobos
Conferencia Arq. Javier Senosiain
Conferencia Arq. Fernando Giovanini
Conferencia Arq. Héctor Uribe
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